Toxina Botulínica
La frente, el ceño, el cuello y el contorno de los ojos suelen ser las zonas donde se emplea este tratamiento, debido a sus excelentes resultados como técnica para combatir las arrugas. Además, la forma tan sencilla en la que se aplica lo ha convertido en un método muy solicitado y popular, ya que se suministra mediante inyecciones que solo toman unos pocos minutos y no necesitan anestesia, produciendo además molestias muy leves. Los resultados comienzan a verse desde la primera semana de aplicado el tratamiento.
Los médicos especialistas en cirugía plástica, estética y reconstructiva han aprovechado las maravillas de la toxina botulínica, mayormente conocida como bótox, a lo largo de varios años, debido a su gran aceptación por parte del público. La manera en que este compuesto funciona en el cuerpo es bloqueando las señales nerviosas que le permiten al músculo facial ejecutar un movimiento. Aplicado en las dosis adecuadas, en zonas específicas del rostro, el compuesto es capaz de debilitar y paralizar ciertos músculos y bloquear nervios para hacer que los músculos del rostro en el área tratada se relajen y las arrugas y las líneas de expresión se suavicen, sin dejar ver las arrugas.